sábado, 23 de junio de 2007

ROLLING STONES



El verano llegaba a las 21:06 el dia 21 de junio, y era justo esa hora en la que Juli y yo entrábamos en el estadio olímpico de Barcelona para ver en directo a los más grandes de la historia del rock. Durante la larga espera (aunque en realidad no lo era tanto), fuimos cogiendo posición hasta quedarnos pegados a la valla de la pasarela central. Seguro que en algún momento pasarían muy, muy cerquita de nosotros. Ese lugar nos permitía visibilidad y un poco de aire fresco que siempre es de agradecer. Las gradas no estaban llenas del todo, pero también es cierto que nosotros teníamos entrada para grada y nos fuimos directos abajo, con la plebe. ¿Quién coño quiere sentarse en un concierto de los Rolling Stones?

Las primeras canciones tuvieron garra, pero parecía que Keith todavía sentía los efectos de la morfina. No fue hasta la tercera-cuarta canción, cuando empezó a espabilarse y dar los guitarrazos donde devía con su telecaster amarillo-crema. Más de uno quería arrancársela de las manos y ponerse a tocar él (¿verdad Juli?).

Empezaron con su emblemático start me up y sólo se permitieron dos baladas en las dos horas que duró el concierto, una de ellas, la cantó Keith Richards, que fue el gran ovacionado de la noche. El público no le dejaba hablar ni continuar con el show, así que se cantó un par de temitas. Por cierto Keith, ¿te han dicho alguna vez que tocas muy bien la guitarra?

A partir de ahí la cosa fue cada vez a más. Fue en el Mis you, cuando el ecenario móvil se dispuso a defilar por la pasarela. Sí, sí, por esa pasarela a la que Juli y yo estábamos tan bien agarrados y pudimos verles a menos de metro y medio sobre nuestras cabezas. Los contorneos de Mick siguen sin tener desperdicio, si no le veías las arrugas, seguía pareciendo un chavalín de nuestra quinta, y lo admiro. Me puse, me puse un montón, y si de algo me arrepiento es de no haberme quitado las bragas en ese momento para lanzárselas al escenario. ¡Puro Rock&Roll! A la vuelta al escenario, con el Honky Tonk woman, Keith nos dedicó una mirada y un guitarrazo a Juli y a mí. Pensó "me gusta tu calva y tu gorrito" (yo era la del gorrito).

Suerte tienen de Charlie Watts y de Ron Wood, que aunque más desapercibidos, se llevaron todos los golpes certeros. A Mick, con verle contornearse y pegar unos cantes, para qué pedirle más, pero a Keith, aunque el más entrañable, se le olvidó sacarse la goma del brazo.

fueron dos horas inolvidables en un paradisíaco infierno por el que volvería a pagar los 70 euros que me costó la entrada las veces que hiciera falta.

¡Larga vida a los Rolling y larga vida al Rock&Roll!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Divertida crónica. :)

Y buen desvirgue en esto de los blogs. Tienes madera de blogger, jejeje...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

a las 21:06 entraba el verano, doy fe... si de algo me arrepiento de verdad yo también es de que no te quitaras las bragas, je je. Las bicicletas son para el verano (cada cambio de estacion vuelves como la primera vezx). ¿Te hace un monociclo Lou?

Anónimo dijo...

A ver si la gente hace comentarios o algo en este sitio que está tan moribundo.
Os dejo la dirección de un recién inaugurado rinconcito de los webs

http://pescandoatunes.spaces.live.com/