lunes, 18 de junio de 2007

DEL REVÉS



Nada sabe a nostalgia de cosas que nunca sucedieron. Así te recuerdo. En tiempos y lugares que no fueron, con gente que jamás conocimos el uno del otro, con esa forma de ser que tanto me gusta y no es la tuya. Voy mirando hacia adelante, cada vez camino más lejos de ti, con un corazón que se apaga con el paso de los años, con tu olvido y con mi tedio.

Vacío se mira hacia adentro y es hueco pero no vacío. Molesta, estriñe, me obliga a apretar los dientes. Siempre te culpo a ti. Por el poder de las palabras y porque las tuyas fueron siempre las más bonitas. No imaginaba entonces, que esas mismas palabras, llegarían a mis oídos de la boca de tantos otros que pretendía que fueran tú. Siempre fueron mentira. También yo he aprendido a usarlas, funcionan cuando les doy la misma importancia que los tipos a quien se las he escuchado. Nadie se enfada ni se molesta, más al contrario, muchos se alivian al ver que no las siento, que simplemente es un juego. Yo las creí, mantuve mi espejismo, pensé que si tenía mucha fe podría hacerlas verdaderas y perdurables. Las guardé dentro de ti y luego te fuiste. Las verdades se te caían por los bolsillos agujereados del forro polar al bajar las escaleras de mi casa. Tu espalda decía “no voy a volver” peldaño a peldaño, como un mantra que se repite por dentro. Fueron malas palabras. Tan malas como ciertas. Las palabras de antaño cayeron todas antes que encontraras el portal de alguna de tus casas. Hizo mucho viento y mucha lluvia esa primavera. Todo lo viejo fue barrido y purificado y eliminado y arrebatado. Incluso lo bonito.
Nada y Vacío van conmigo pero los llevo por dentro. Mis ropas de uso cotidiano están llenas de calles y plazas con gente, amigos en los bares, música en el aire, alcohol corriendo por mis venas, Venus en lo alto junto a la luna, la polla de alguno en mi sexo, rosas de Pakistán, risas sin freno. Un gran abanico de posibilidades para poner a Dolor boca abajo. Y en cada una de mis apuestas, en cada uno de mis fracasos, el lamento de tu ausencia, la gran pregunta…

Pero no, contigo tampoco hubiera sido mejor.

No encontrarse nunca es caminar en paralelo. Nosotros, siempre camina en paralelo. Menos cuando fuimos uno. Entonces hacíamos eses, nos perdíamos, nos encontrábamos de espaldas, tropezábamos el uno con el otro, pasábamos de frente y delante. Estúpida borrachera de amor con Locura y Torpeza que no dejaba resaca. Luego sí. A medida que se acercaba el final.

Al final de las escaleras estaba tu vieja buhardilla. Aquella que compartías con un amigo. En tu primera residencia pusiste a tu mujer, en la segunda te pusiste a ti, en la tercera al resto. De nada servía que esos ventanucos no quisieran cerrar bien, que fuera uno de los otoños más fríos que recuerdo, la nieve llegó a Madrid capital en invierno, ese año hubo navidades también para los monstruos, no sirvió tampoco que no pudiera comprarme un buen abrigo. A tu buhardilla siempre vino Calor. En tu cama siempre estuvo Calor. Y todas esas palabras dichas. Nos leíamos en voz alta y mejorábamos los versos el uno para el otro. Palabras preciosas aunque mal dichas. Torpes, locas, falsas. Como nuestros pasos. Ahora mantenemos el equilibrio caminando en paralelo. Vamos con cuidado.

Volví a tu ciudad no hace mucho y me planté en la calle Tesoro. Encontré el portal pero ya no había buhardilla ni escaleras que subieran. Sólo la fachada seguía erguida. Tras ella, andamios y restos. Escombros y tesoros visibles sólo para mí, me hicieron pensar que a veces, Nostalgia, sí trae cosas que algún día existieron. Nosotros, no debió existir nunca. La que habitaba tu primera casa, bien lo sabía. El edificio se había venido abajo. El tiempo todo lo ha destruido.

Cuando pongo a Vacío del revés, veo que todavía puedo encontrar a Todo. Y que Todo camina borracho de amor conmigo por bares y plazas, por brazos y piernas que no son de nadie, como yo, desde que mis verdades te saltaron de los bolsillos y Calor se convirtió en juego.

5 comentarios:

Nihm Smoboda dijo...

"El tiempo lo destruye todo"
Irreversible

pepzapata dijo...

... ¿destruye los recuerdos? ¿la esperanza?

Nihm Smoboda dijo...

¿esperpentos?

JaleoJaputa dijo...

Los recuerdos se distornionan y la esperanza... esa sí que se queda la muy jodida, aunque sola.

Anónimo dijo...

El tiempo no puede destruir el tiempo y, mientras haya tiempo puede ocurrir cualquier cosa, siempre.
Sea como sea "Cher" todavía no ha sido destruida, todo lo contrario, mil veces reconstruida a sus 180 años (por lo menos, creo que vendió su alma a los Rolling de primavera)